Banderas y prejuicios

Ayer, cuando ganó medalla de bronce en una prueba de ciclismo en pista la guipuzcoana Leire Olaberria, supongo que miles de españoles, entre los que me incluyo, pensamos: "a ver si coge una bandera española y se hace fotos con ella". No lo hizo.
Esta actitud de desconfianza, de prejuicio, a mí, sinceramente, me avergüenza y me da mucha pena. Cuando deportistas españoles logran éxitos, la Eurocopa por ejemplo, solemos mirar con lupa su manera de celebrarlo, principalmente cuando son catalanes o vascos. ¿Sacarán la bandera?¿Cómo reaccionarán ante el himno?¿Gritarán "Viva España"?
Pues no tienen por qué hacerlo, aunque a nosotros nos gustara que lo hicieran, que mostrasen un patriotismo similar al de gente como Villa o Nadal. No lo tienen que hacer. Que haya gente patriota a la que le guste presumir de sus símbolos no quiere decir que todo el mundo deba serlo. Y quien se piense que Leire o Puyol son unos "nacionalistas de mierda" o unos "antiespañoles", "una puta vasca y un puto catalán" porque no sacan la bandera española cuando ganan, es un desgraciado.
Esos deportistas representan a España tanto como cualquier otro, y sus oros, platas o bronces cuentan en el medallero tanto como las de cualquier madrileño o sevillano. Otra cosa es la identificación que pueda alcanzar el aficionado con ellos, pero eso es cosa de cada uno.
Mientras que se partan la cara representando a España en cualquier competición internacional, para mí son tan españoles como cualquier otro, es que no hay ni que planteárselo.
Visca Espanya.