martes, 23 de diciembre de 2008

De alujo

"Andalucía está de lujo". Ése es el eslogan de la campaña de promoción de los productos andaluces que está llevando a cabo por todo el territorio nacional esta Junta de Andalucía nuestra. Siendo condescendientes, no es la peor opción. Intuyo que entre las propuestas que debieron salir en la lluvia de ideas para crear un eslogan convincente, aparecerían otras expresiones del tipo: "está de puta madre" o, más de la tierra, "está der carajo". O incluso pudo habérsele añadido, a la que finalmente fue elegida, un "pisha" final, coletilla muy presente en el lenguaje de todo buen andaluz.
Chabacanería en estado puro. Poner en el escaparate lo más bajo del andaluz. El andalucismo más rancio (término tantas veces utilizado para descalificar el españolismo serio...), el del folclore y la subvención, el orgulloso de su incultura.
Pero a la Junta no le fue bastante con la frase de marras. Necesitaban plasmarla en unos anuncios que expresaran toda la esencia de la frase, que permitiesen al resto de españoles (y a los andaluces no habituados al uso de esa expresión) conocer el contexto en que el andaluz de pro suelta un "está de lujo". Para ello, vuelvo a intuir, contrataron a los guionistas de Arrayán, que ya habían alcanzado la gloria publicitaria con los anuncios de Supersol ("olé olé que precios arsa").
Son varios anuncios, pero el que especialmente terminó de indignarme fue el de una camarera que reprime a unos clientes extranjeros por decir que una tostada con aceite está "wonderful". La chica les increpa indicándoles, con el gracejo propio que Dios nos ha dado a los andaluces, que "¡qué guanderfu ni guanderfu, eso está de lujo!". Eso sí, el gracejo propio de la tierra asusta un poco, porque en la reprimenda la protagonista casi llega a las manos con los clientes. En definitiva, una obra maestra más de la industria publicitaria andaluza.
Esto es lo que nos toca a los andaluces: ser unos incultos, pero graciosos. Así somos nosotros: tenemos nuestras expresiones, porque somos muy graciosos. Trabajamos lo mínimo, pero eso sí, "tenemos un arte pa escaquearnos...". ¿Que somos una Comunidad Autónoma con una gestión infame y una Administración ineficiente y deficitaria? "Da iguá, ome, ya nos llegarán susidios de Uropa".
Es lamentable. No quiero caer en la descalificación en base a los estereotipos, pero es que es lamentable precisamente por eso, porque no hay estereotipo más acertado que aquél que encasilla al andaluz en el papel de caradura, vago, juerguista y paleto. Porque eso es lo que predomina en Andalucía, con numerosas y honrosas excepciones, pero es que es lo que predomina, sin más.
Las comparaciones son odiosas, y más para un andaluz pero, ¿por qué somos tan infinitamente menos productivos que los catalanes, por poner un ejemplo? (Hablo sin datos en la mano, pero con la concienciación sobre la penosa situación de nuestra comunidad que aporta una conferencia de D. Francisco Ferraro, Catedrático de Economía aplicada en la US). Evidentemente, partimos de filosofías distintas. Es la recurrida diferenciación entre el "vivir para trabajar" y el "trabajar para vivir", donde los catalanes estarían en la primera situación y los andaluces en la segunda. Yo no estoy de acuerdo con ninguna de las dos filosofías de vida. Entiendo que es perfectamente compatible tener un trabajo y tener tiempo de ocio, de fiesta, de jolgorio. Lo que no soporto es que el trabajo se haga mal, se haga con desgana y con la atención puesta en la cervecita que me voy a tomar en cuanto salga o en mi Virgen de la Macarena que va a salir en procesión dentro de seis meses.
Estoy cansado de ir a una Universidad donde cada vez que se da en clase un dato negativo de Andalucía ("Andalucía, como no, es la Comunidad Autónoma donde menor crecimiento hay a nivel...") la gente se ríe, con una mezcla de resignación ("es lo que hay") y, lo que es peor, de orgullo ("es que nos gusta más una fiesta...").
¿Qué es esto? ¿Por qué vivimos con esta sensación de impunidad, de ser más listos que nadie?¿Por qué chupamos de este modo del bote del Estado y de la Unión Europea? ¿No somos conscientes de que todo esto se nos acaba? ¿Para qué más delegación de gestiones hacia la Junta de Andalucía? ¿Queremos promocionar aun más el "enchufismo"? ¿Por qué tenemos el mismo Gobierno desde hace casi treinta años? ¿A qué se debe ese miedo a que gane el PP? Aaah, que es que son unos fachas, que se me olvidaba...
Sé poco de la Andalucía anterior a la que me ha tocado vivir. Que estaba olvidada por Franco, dicen. Que siempre ha sido analfabeta y pobre. No lo sé. Lo que sé es que llevamos treinta años de democracia y que la gente sigue siendo analfabeta. Un analfabetismo en el que se sabe leer y escribir, pero mal. Tenemos una sociedad inculta que elige a un gobierno desde el que se fomenta la incultura de sus ciudadanos, porque ésta le mantendrá en el poder.
Tenemos en Andalucía una sociedad aburguesada, consumista y materialista, donde sobran televisores de pantalla plana y faltan libros. Donde se admira el pelotazo y se critica al que trabaja con esmero ("vaya fatiga", le llaman).
Es esta sociedad andaluza un conjunto de personas que, en su mayoría, tienen conversaciones que no van más allá del tiempo, de "lo que ponen en la tele", del Sevilla y el Betis, de los toros y de las respectivas ferias y Semanas Santas. Son clichés, lo sé, pero tan, tan reales, con tan pocas excepciones...
Obviamente no critico que se hable de esos temas. Yo, evidentemente, también hablo de ellos, también tengo el fútbol como afición y me gusta conversar sobre él. Pero el problema es no salir de lo mismo, no tener otras inquietudes, no ir más allá de lo que una sociedad tan "aplastante" como la andaluza impone. Yo, sinceramente, intento desmarcarme de la imagen de andaluz. No es que mis conversaciones versen sobre las teorías de Nietzsche, ni que yo sea el más trabajador de Europa. Me gustan, en su justa medida, los Carnavales de Cádiz y la Feria de Sevilla. Soy del Sevilla F.C. y hablo a menudo sobre su situación, sus partidos, etc.
Pero no sé, creo que no soy como el andaluz que la Junta quiere que seamos. No logro identificarme con esa imagen de perfecto andaluz, lo siento. Reconozco, por tanto, que no soy un andaluz "de alujo".

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