Elecciones europeas y derechos de los pueblos

Las elecciones europeas, más allá de las conclusiones sobre política nacional que puedan alcanzarse en vista de los resultados que en ella se han dado, otorgan un dato que, a mi juicio, no debería pasar inadvertido: la baja participación en las comunidades autónomas españolas que tienen pretensiones nacionalistas.
Así, en un marco de participación global en España del 42'94%, nos encontramos con los siguientes resultados en Cataluña, Galicia y País Vasco:

-Cataluña: 37'54%
-Galicia: 47'28%
-País Vasco: 41'96%

Es decir, unas comunidades que supuestamente luchan -al menos así lo entienden los políticos que pretenden representar a sus "pueblos"- por tener una mayor representatividad en la UE, que pretenden desmarcarse del régimen establecido en función de una organización basada en los Estados, amparándose en su derecho, en cuanto que naciones, a obtener mayor voz en los organismos internacionales, no son capaces de atraer a sus votantes a las urnas con el fin de otorgar un importante número de escaños en la Cámara Europea a quienes han de luchar por esos objetivos.

La sensación que transmite esta paradójica situación es la de que, desgraciadamente, resulta mucho más fácil reivindicar los "derechos de los pueblos" abucheando himnos que acudiendo a votar un domingo cada cuatro años. Poca cultura democrática o excesiva mala educación, quién sabe.